Tener más de un millón de dólares ha sido, durante décadas, la aspiración de muchísimos estadounidenses. Es el llamado sueño americano, convertirse en adinerado trabajando duro, desde abajo. En los últimos años, hubo un crecimiento sin antecedentes de una generación conocida como mini millonarios.
Pero a no confundirse: estas personas están bastante lejos de las fortunas más famosas de Estados Unidos, como Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates o Mark Zuckerberg, por citar los más conocidos. Tiene mucho menos dinero, pero su crecimiento habla del dinamismo de la economía americana.
Según el Informe de Riqueza Global 2025 del banco suizo UBS, en 2024 Estados Unidos sumó más de 379.000 nuevos millonarios, lo que equivale a más de 1.000 nuevos millonarios cada día. La estabilidad del dólar y el sólido desempeño de los mercados financieros han sido factores clave para este fenómeno.
Pero también influye una nueva percepción de lo que significa la riqueza. Porque los mini millonarios, como dijimos, no forman parte de la elite, sino que son profesionales, empresarios y ejecutivos que alcanzaron su fortuna mediante la inversión y el ahorro.
El tema subyacente es que ser millonario ya no garantiza el nivel de vida que implicaba en décadas pasadas. El aumento del costo de vida ha erosionado el poder adquisitivo que siempre representó un millón de dólares. En 2025 se estima que se necesitarían más de 1,6 millones para tener el mismo poder adquisitivo que un millón en 2005. Así, muchos mini millonarios se consideran financieramente seguros, pero no necesariamente ricos.
La revista Forbes se hace eco de la Encuesta de Finanzas del Consumidor que cada tres años publica la Reserva Federal. Es uno de los conjuntos de datos más detallados sobre la riqueza doméstica: el último informe analizó 4.602 hogares entre 2019 y 2022, calculando la riqueza con base en bienes raíces, acciones, bonos, cuentas bancarias y de jubilación y criptomonedas. Posteriormente, restó los pasivos (hipotecas y otros préstamos, deudas de tarjetas de crédito) para determinar el patrimonio neto.
En 2022, según la Encuesta, el patrimonio neto promedio de las familias estadounidenses superó el millón de dólares por primera vez. “Se podría argumentar que la enorme riqueza de los multimillonarios influyó excesivamente en los datos o que la inflación manipuló las cifras. Ambas preocupaciones tienen cierto fundamento, pero ninguna invalida el hecho innegable de que Estados Unidos está repleto de millonarios”, afirma Forbes.
La encuesta de la Reserva Federal informa que alrededor de 16 millones de familias, un poco más del 12%, tenía un patrimonio neto de un millón de dólares en 2022. Además, casi ocho millones superaron los dos millones de dólares en 2022, un aumento asombroso con respecto a los 4,7 millones de 2019.
Para la Reserva Federal, la categoría de mini millonarios agrupa a familias cuyos ingresos anuales oscilan entre US$ 150.000 y US$ 250.000; tuvieron ganancias de riqueza más significativas (como porcentaje) entre 2019 y 2022 que el 10% más rico de la población (los ultrarricos); entre 2019 a 2022, su patrimonio medio aumentó un 69 %, ajustado a la inflación.
Por otra parte, si bien el valor de los activos aumentó, las tasas de interés más bajas redujeron el pago de sus deudas. Así, la deuda consumió el 19% de sus ingresos en 2007, frente al 12,9% en 2022. Más del 90% informó poseer acciones y el 87% era propietario de su vivienda. Entre los 55 y los 64 años, el 21% de las familias eran millonarias en 2022. Ese porcentaje aumentó más del doble, alcanzando el 45% entre los graduados universitarios.
El exitoso libro de 1996, El millonario de la puerta de al lado, de Thomas Stanley y Bill Danko, transformó la percepción que el país tenía de los ricos. Reveló que muchos millonarios no viven vidas ostentosas, sino que se benefician de hábitos financieros disciplinados.
El libro dice que los millonarios viven por debajo de sus posibilidades porque gastan menos de lo que ganan y priorizan el ahorro y la inversión sobre las compras de lujo. Concentran su tiempo y energía en actividades de creación de riqueza, adoptando un enfoque a largo plazo para la inversión y el crecimiento financiero en lugar de buscar ganancias rápidas. Buscan independencia y libertad financiera más que estatus y no están motivados por la necesidad de impresionar a otros con casas o autos caros.
Además, crían hijos independientes, porque creen que enseñar responsabilidad financiera a la próxima generación es fundamental para preservar la riqueza. Trabajan duro: si bien la educación es valiosa, El Millonario de la puerta de al lado enfatiza que el esfuerzo incansable y la concentración constante son factores aún más importantes para generar y mantener la riqueza.