La arena cinética ganó popularidad gracias a su increíble textura y propiedades. Este se puede cortar como manteca y amasar como si fuera plastilina. Es altamente flexible, no tóxico y no deja rastro.
Según Muy Interesante, su comportamiento viscoelástico llamó la atención de muchos, convirtiéndola en una herramienta tanto de juego como terapéutica.
La clave de su éxito radica en su capacidad para fluir como un líquido espeso o comportarse como un sólido cuando se le aplica presión, lo que ofrece una experiencia táctil única.
La arena cinética está formada por partículas cubiertas con un recubrimiento de aceite de silicona, lo que le permite tener una textura suave y fluida. Su comportamiento es una mezcla entre sólido y líquido, debido a su propiedad viscoelástica.
Este material no solo es divertido, sino que ofrece una experiencia sensorial única que atrae tanto a niños como adultos.
Más allá de ser un simple juguete, la arena cinética tiene aplicaciones terapéuticas. Es comúnmente utilizada en terapias ocupacionales, ayudando a mejorar la motricidad fina y la concentración.
También se emplea como herramienta de relajación, proporcionando un efecto calmante similar al mindfulness.