Nueve meses después de haber dañado el motor, el desobstructor de cloacas de la Municipalidad continúa fuera de servicio.
En medio de una continua demanda proveniente de diferentes barrios de la ciudad, no hay respuesta a los reclamos que sobrepasan totalmente la tarea del área de Servicios Sanitarios.
El desobstructor está alojado en el Corralón Municipal, un equipo sumamente costoso que la mejor manera de amortizar su valor es haciéndolo funcionar. Además, y por encima de todo, tiende a cumplir un servicio esencial como afrontar las falencias de la red cloacal en diferentes sectores de la ciudad.
Solo existe un equipamiento menor, pero limitado para las grandes tareas que deben enfrentarse. Ya no vemos más el equipo que enviaba el Gobierno de la Provincia, que por algunos días medianamente alcanzaba para dar solución.
“Es terrible la cantidad de veces que fui a hablar a Servicios Sanitarios. Nos atienden bien, pero nos dicen que no tienen medios para solucionar el caos. Y nos comentan que se rompió el camión grande y no tienen para arreglarlo, mientras que el otro más chiquito no saca nada y no dan abasto con los reclamos”, nos comentó Lucía, una vecina del barrio Los Aromitos que tiene el inodoro hasta borde con los desperdicios.
“Hay gente mayor que fue intervenida quirúrgicamente que no tiene baño porque está rebalsado. En las calles se aprecia el estado de la red, también en las veredas. Es un desastre lo que estamos viviendo”, comentó a La Opinión.
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