Esta semana Argentina será foco de un fenómeno climático inusual conocido como pulso polar. Este evento ha traído consigo un marcado descenso en las temperaturas y precipitaciones de nieve que ya cubren gran parte de la región. La combinación de aire frío y humedad ha generado nevadas intensas, lo que representa un alivio para los amantes del invierno y el turismo de nieve.
Los meteorólogos han indicado que el pulso polar ocurre por la convergencia de dos masas de aire frío. Un sistema de baja presión proviene del océano Pacífico, mientras otro frente frío se origina en el extremo sur del continente. Esta situación se ve agravada por la humedad transportada desde el océano Atlántico por vientos persistentes del este.
Las nevadas han sido significativas en diversas regiones. En la cordillera central, se han registrado acumulaciones de nieve de entre 25 y 40 centímetros, mientras que en Cuyo y el oeste de La Pampa, los espesores oscilan entre 5 y 10 centímetros. En la Meseta Patagónica se esperan acumulaciones de entre 10 y 20 centímetros, y en la Cordillera Patagónica, hasta 50 centímetros.
La ciudad de Buenos Aires y sus alrededores han experimentado un descenso en las temperaturas, aunque no se han alcanzado los extremos de una ola polar. El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido alertas para el noroeste de Chubut y otras áreas como el oeste y centro de Río Negro, donde se anticipan intensas lluvias que podrían convertirse en nieve en las zonas montañosas.
Este fenómeno climático es especialmente bienvenido en Mendoza, donde se anticipan nevadas que impulsarán el turismo en plena temporada invernal. Los expertos prevén que las precipitaciones en las montañas alcancen hasta 40 centímetros, lo que representa una oportunidad para los centros de esquí y actividades relacionadas con la nieve.
Según expertos, las nevadas no solo embellecen el paisaje, sino que también son cruciales para el desarrollo de la actividad turística en la región. Este fenómeno puede ser un alivio para los operadores turísticos que esperan un incremento en la afluencia de visitantes.
En otras partes del país, las alertas por fenómenos adversos son limitadas. Sin embargo, se prevén condiciones similares en el norte, donde se anticipan lluvias y tormentas, especialmente en Misiones y Corrientes. Estos fenómenos pueden influir en la producción agrícola y el suministro de agua en las regiones afectadas.
El pulso polar se espera que concluya en los próximos días con la llegada de vientos del norte, lo que traerá un cambio en las condiciones climáticas. Se anticipa un aumento en las temperaturas, y a partir del martes, los pronósticos indican un cielo más despejado, lo que podría ofrecer un alivio temporal a las bajas temperaturas actuales.
Se investiga la existencia de un “río atmosférico” que podría afectar la situación de la nieve en las próximas semanas. Este fenómeno puede influir en la cantidad y calidad de las precipitaciones en la región, complicando la situación de los centros invernales que dependen de la nieve para su funcionamiento.
La combinación de estos eventos climáticos resalta la importancia de mantenerse informado sobre las condiciones meteorológicas. Las predicciones a largo plazo son clave para la programación de actividades turísticas y la planificación agrícola. A medida que avanzamos hacia el final del invierno, la variabilidad climática se convierte en un factor crucial para diversas actividades económicas.
El pulso polar no solo afecta el clima, sino que también impacta en la vida cotidiana de los argentinos, desde la manera en que se programan las actividades al aire libre hasta la forma en que las comunidades se preparan para el invierno. Por lo tanto, es vital seguir el desarrollo de estos fenómenos climáticos y su impacto en la región.