En principio, según afirmaban este fin de semana en el Ministerio de Salud, este martes empezarán las reuniones del comité que va a tener que evaluar el desempeño de 268 futuros médicos residentes que quedaron en medio de las sospechas de fraude. La prueba será recién dentro de una semana: el lunes 4 y el martes 5 de agosto, tendrá lugar un examen oral con jurado, mientras que el jueves 7 será la instancia escrita para los que no hayan optado por el oral o que surjan incongruencias en el cotejo de la calificación y el promedio académico. El viernes 8 se publicarán los resultados, según pudo conocer LA NACION.
La nota más alta este año fue de 96 puntos, sobre 100 preguntas, de una médica con 5,3 de promedio en la carrera cursada en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, aun por encima de egresados de la misma universidad, pero con promedios más altos y hasta superiores a los 9 puntos. Hay, además, grupos de egresados de universidades extranjeras y, también, otras argentinas que, hasta este año, no tenían un desempeño tan destacado. Todas las sospechas recayeron en los postulantes a las vacantes de medicina.
El trabajo del comité tendrá que ser contra reloj, ya que distintos concursos por las vacantes que se abren este año en todo el país –sea en el sector público o privado– tienen en cuenta la calificación del Examen Único que rindieron más de 9000 candidatos hace cuatro semanas en las disciplinas de medicina, bioquímica y enfermería. Esa nota se tiene en cuenta para elaborar los distintos rankings con el orden de mérito para la adjudicación de los cupos.
El listado definitivo de las calificaciones del Examen Único, por lo tanto, recién podrá estar listo una vez resuelta la revisión de las evaluaciones observadas, que son las que obtuvieron 86 puntos o más de 100 preguntas.
Eso no alcanza a los 300 postulantes en ese rango porque la nueva revisión es solo para los inscriptos en el Concurso Unificado, a través del que se accede a las vacantes en instituciones nacionales, porteñas y bonaerenses. De ahí que el comité técnico que trabajará a partir de este martes estará formado por representantes de los ministerios de Salud de esas jurisdicciones.
Pero entre los 268 casos que van a ser revisados, hay postulantes que también se presentaron a concursos de, por ejemplo, centros privados. En tanto, toda definición sobre el desempeño de los 32 casos restantes quedó a cargo de los concursos en los que se registraron.
En un comunicado emitido el viernes pasado, el Ministerio de Salud de la Nación –responsable primario del Examen Único en medicina, bioquímica y enfermería– señaló que las irregularidades “podrían haber alterado de forma escandalosa el orden de mérito”.
Por esas irregularidades, que incluye la sospecha oficial de la filtración del examen, avanzaba ya desde la semana pasada una investigación interna en la Dirección Nacional de Calidad y Desarrollo del Talento en Salud, a cargo de Juan Pablo Vivas. De esa área depende su elaboración y cadena de custodia hasta la distribución a las 28 sedes de evaluación.
Hubo, de acuerdo con los argumentos del Ministerio de Salud a partir de un informe interno, “un incremento estadísticamente anómalo del número de postulantes con calificaciones superiores a 85 puntos (sobre un total de 100), con un incremento proporcional del 33,6% respecto de convocatorias anteriores y cuadruplicando el número de calificaciones sobresalientes (mayor a 90) en relación con los resultados de 2024”.
Previo a la publicación del nuevo cronograma en el Boletín Oficial, lo que sería este lunes, esa cartera había señalado también ese aumento “anómalo y atípico” de las notas en “egresados de instituciones que en años previos no registraban desempeños destacados”.
El valor de corte en 85 puntos se fijó porque, a partir de esa nota, se dieron esas irregularidades, según ya habían explicado en Salud.
El primer paso del comité que integrará la Nación, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, será cotejar la nota del examen con el promedio de la carrera y, si necesitara, otra información académica “de fuente fidedigna”. De ser congruente el resultado con el desempeño en la carrera, se ofrecerá una evaluación oral para validar la nota que se podrá aceptar o rechazar. Si se rechaza, habrá que dar el examen escrito el jueves 8 de agosto. Se podrá rendir la instancia oral de manera virtual, con justificación.
Si no se sostiene el resultado del examen durante el examen oral, el comité definirá una calificación a asignar. También, habrá que dar el escrito, que tendrá 100 preguntas con opción múltiple. Los que no se presenten a ninguna instancia, quedarán fuera del ranking.
Una versión provisoria del orden de mérito está prevista para el 14 de agosto, dos semanas después de la fecha fijada en el cronograma inicial. La definitiva, con el cambio de la ecuación que beneficia a los egresados de universidades argentinas, recién se conocerá el 20 del mes que viene. El ingreso a las residencias se mantiene para septiembre.
El sistema nacional de residencias es un mecanismo de formación de posgrado considerado esencial para que un egresado de carreras de ciencias de la salud adquiera habilidades del trabajo cotidiano bajo la supervisión de profesionales en centros de salud públicos y privados con programas habilitados por la autoridad sanitaria nacional. Hacer la residencia no es obligatorio en el país para el ejercicio profesional una vez obtenido el título universitario, que habilita a obtener la matrícula en la jurisdicción donde se va a trabajar.
Desde 2011, en el país se toma el Examen Único, que elabora, coordina y supervisa un área dentro del Ministerio de Salud de la Nación. Es la actual Dirección Nacional de Calidad y Desarrollo del Talento en Salud, tras la renovación del nombre. Esa prueba es anual y sirve para unificar desde el proceso de inscripción hasta el cronograma y el examen escrito de ingreso.
Su importancia reside en que permite cubrir la mayoría de los cupos en el país para unas 70 especialidades de medicina y todas las especialidades de bioquímica y enfermería. Otras profesiones y las residencias posbásicas –en una especialidad tras completar la residencia básica– tienen sus exámenes por separado, según sea el concurso que se elija.
Los postulantes al Examen Único obtienen un puntaje final que los ubica en un ranking de orden de mérito que les permite están en mejor o peor posición para elegir el lugar donde seguir la formación de posgrado. Este año, se inscribieron 13.476 profesionales y se presentaron finalmente 9199 a rendir el 1° de julio en las 28 sedes habilitadas en el país para cubrir 7687 vacantes en más de 70 especialidades de medicina, enfermería y bioquímica.
Este año, Salud tuvo en cuenta un reclamo que desde hace varios años tienen egresados de universidades argentinas por la desventaja en el ranking final con respecto de colegas extranjeros por diferencias en los sistemas de evaluación y calificación en la carrera en universidades de la región. Para compensar esa diferencia, el ministerio dispuso sumar cinco puntos adicionales al puntaje final de egresados en universidades del país, más allá de la nacionalidad. Eso equivale a responder bien unas 10 preguntas del examen. Y una pregunta bien o mal respondida puede desplazar a un candidato muy arriba o muy abajo en el orden de mérito.
Una de las posibilidades que esgrimen funcionarios de la cartera nacional es que las irregularidades de este año en la prueba para medicina que se tomó en la sede del Parque Olímpico de la Juventud, en Parque Roca, podrían ser una respuesta “masiva y organizada” a ese cambio en el cálculo para el ranking final.