Louisiana se convirtió en el eje central del sistema de deportaciones impulsado por Donald Trump. Desde que el presidente asumió el mando, más de 21.000 personas pasaron por la instalación en Alexandria, donde se organiza una red que combina cárceles privadas, traslados masivos y salidas programadas directo al extranjero.
En el Aeropuerto Internacional de Alexandria, en Louisiana, opera el único complejo de detención migratoria ubicado en una pista de aterrizaje. El Centro de Preparación tiene capacidad para 400 personas y es el punto de conexión para miles de traslados de inmigrantes bajo custodia de la agencia en todo el país norteamericano.
Según un análisis de The New York Times basado en datos de vuelos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) verificados por Witness at the Border, entre enero y junio de 2025 pasaron por este sistema más de 40.000 personas. Desde allí parten los traslados diarios a países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
La región ofrece condiciones estratégicas: prisiones vacías, costos bajos y escasa resistencia política. En los últimos años, el número de camas para inmigrantes recluidos en Louisiana se triplicó. El modelo imita el sistema logístico de compañías como FedEx, con un establecimiento de distribución desde el cual se “clasifican” y derivan detenidos, explican en The New York Times.
Todd Lyons, director interino de la agencia, lo explicó así en abril de 2025: “Debemos operar como una corporación. El ICE tiene que funcionar como una empresa de logística, pero con personas”.
Los contratos para gestionar estas sedes recaen en contratistas privados como Geo Group y LaSalle Corrections. Según el medio neoyorquino, el costo diario de alojar a una persona arrestada en Louisiana es hasta tres veces más bajo que en otros estados. Además, el sistema judicial de la región, incluida la Corte de Apelaciones con sede en Nueva Orleans, favorece los lineamientos migratorios de Trump.
En 2014 se inauguró el centro de Alexandria con un acto oficial y participación de políticos locales. Desde entonces, el complejo se convirtió en un símbolo del enfoque logístico que ICE impulsa.
En lugares como Richwood, una localidad de 3800 habitantes, el centro correccional fue reconvertido en prisión migratoria. Actualmente, aloja a más de 1100 individuos. Estas personas fueron arrestadas por infracciones menores, y muchas de ellas no tienen antecedentes penales. Otras, como Adriana Mata Sánchez, vivieron décadas en EE.UU. antes de ser arrestadas lejos de la frontera.
Según testimonios recogidos por The New York Times, las condiciones incluyen hacinamiento, turnos pagos a un dólar por jornada, iluminación constante y falta de atención médica. En 2023, el gobierno federal reportó deficiencias graves en higiene y salud dentro del lugar.
El 4 de julio de 2025, Trump firmó una ley que asigna 45 mil millones de dólares a la expansión del sistema. El ICE construirá nuevas instalaciones en estados como Texas, Michigan, Nueva Jersey y Florida. En los Everglades ya se habilitó un campamento llamado Alligator Alcatraz.
Además, la agencia lanzó campañas públicas para fomentar la “autodeportación” de personas que enfrentan procesos sin sentencia firme.