Los chistes son una gran herramienta para generar un buen clima en todos los aspectos de la vida. Ya sea en los vínculos familiares, como en las relaciones sociales con desconocidos o incluso cuando el vínculo entre dos personas no fluye.
Pero sí hay dos ámbitos en donde los chistes son fundamentales para buscar un mejor ambiente, son el trabajo y la iglesia.
La iglesia es un ámbito donde suele reinar la seriedad y el silencio, que muchas veces es un sinónimo de reflexión. Pero esa ausencia de sonidos estridentes para muchas personas, a veces, puede ser incómoda.
En el trabajo no solo se dan conversaciones más serias que las que se dan en una reunión entre amigos, sino que en muchas oportunidades el ambiente puede ser muy hostil.
Por eso, un buen chiste puede lograr un ambiente más descontracturado que facilite el día a día. Puede lograr un clima mucho más ameno en el trabajo y puede romper con la seriedad que reina tantas veces en la iglesia.
La risa tiene la capacidad de crear vínculos más fuertes entre las personas, además de facilitar la comunicación y fomentar un ambiente alegre. Es en este contexto que contar chistes se transforma en una manera efectiva y divertida de lograr un mejor clima.
Ya sea uno corto como para romper el hielo, uno con sarcasmo para captar la atención de los adultos, o bien uno inocente para los más chicos, los chistes son fundamentales.