Una avioneta tuvo un insólito accidente que no termino en tragedia de milagro, cuando al momento de aterrizar en el aeródromo una de las alas se llevó puesto un toro macho de casi 700 kilos que se encontraba pastando en el lugar.
El episodio ocurrió durante la medianoche en el aeródromo del Aero Club de Chivilcoy, cuando una avioneta que realizaba una práctica de vuelo nocturno impactó con el animal. La aeronave sufrió importantes daños materiales, pero sus dos ocupantes resultaron ilesos.
El siniestro fue reportado a la Subestación de Policía Dardo Garelli por el encargado del predio, quien alertó sobre la presencia de un animal de gran porte dentro del área operativa. De inmediato, se activó el protocolo de emergencia y acudieron al lugar efectivos policiales y personal del SAME.
La avioneta era piloteada por Tomás Archo, de 39 años y oriundo de Villa La Angostura. Viajaba junto a Lucas Lancelotti Bruno, domiciliado en Pilar. Ambos fueron asistidos en el lugar por personal médico y trasladados al Hospital Municipal de Chivilcoy por precaución. Tras los controles de rigor, fueron dados de alta.
Según confirmaron autoridades del aeroclub, el accidente se produjo en el momento final del aterrizaje, cuando la aeronave -a unos 100 km/h- ejecutaba la maniobra de flare. El animal, que se encontraba sobre la pista, fue embestido por una de las alas. El impacto no provocó el vuelco del avión, pero sí generó un fuerte giro y provocó la muerte del toro, que salió volando y quedó tirado a unos 15 metros del punto del impacto.
Sebastián Benítez, presidente del Aero Club, remarcó que los alambrados perimetrales del predio —de siete hilos— estaban en buenas condiciones y habían sido inspeccionados por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) una semana antes.
Según sostuvo, el toro provenía de un campo vecino con escaso pasto y agua, lo que habría motivado su desplazamiento hacia el sector del aeródromo. “El campo vecino tiene muy poco pasto, mientras que de nuestro lado hay pasto y agua. El toro, posiblemente por hambre, rompió un alambre de siete hilos para cruzar. No es un alambre común”, detalló Benítez a Radio Chivilcoy.
“El cerco fue empujado por un animal de unos 700 kilos que logró pasar al predio. Es un hecho de muy baja probabilidad”, agregó Jorge Goñi, vicepresidente del club, al diario La Nación. Según explicó, la práctica nocturna fue autorizada por una escuela de vuelo privada y no por el aeroclub.
Horas después del accidente, personal de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) se presentó en el lugar, realizó las pericias correspondientes y autorizó tanto el retiro del avión como el traslado del animal fallecido. También se dio intervención a la Municipalidad de Chivilcoy, depositaria del terreno en el que ocurrió el incidente.
