Hay plantas naturales que usamos todos los días sin saber el impacto positivo que pueden llegar a tener en nuestra salud. Más allá de su aroma inconfundible en la cocina, investigaciones que muestran que ciertas hierbas podrían ayudar a cuidar órganos clave del cuerpo humano, como lo es el páncreas.
Los estos estudios científicos descubrieron que que algunos compuestos naturales ayudan a regenerar células pancreáticas e incluso a mejorar la digestión. Se trata de una terapia alternativa que no reemplaza a la medicina tradicional, pero que puede ser un buen complemento natural para el bienestar del cuerpo.
El páncreas es un órgano fundamental que regula el azúcar en sangre y ayuda a digerir los alimentos. Cuando no funciona bien, también se ven afectados el corazón, el hígado y los riñones. Por eso, protegerlo es importantísimo para tener una buena salud.
Investigaciones recientes señalan que compuestos del romero -como el ácido carnósico, el ácido rosmarínico y algunos diterpenos- tienen efectos positivos en la salud pancreática. Además, señalan que pueden ayudar a prevenir enfermedades y a regenerar células dañadas.
También se ha comprobado que varios de estos principios activos son absorbidos por el intestino y luego transportados a la sangre, lo que les permite actuar directamente en órganos vitales como el páncreas, abriendo paso a nuevos enfoques para su cuidado desde la alimentación y la medicina natural.
Además de su acción sobre el páncreas, el romero también es un aliado para el sistema digestivo debido a que:
Más allá de sus propiedades digestivas y metabólicas, el romero también tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo. Su aroma fresco y penetrante se ha usado desde hace siglos para aliviar el cansancio mental, mejorar la concentración y reducir el estrés.
Distintas investigaciones señalan que el aceite esencial de romero puede ayudar a disminuir los niveles de ansiedad y mejorar el rendimiento cognitivo. Inhalar su fragancia o aplicarlo en forma de aceite diluido se asocia con una mayor sensación de bienestar.
En terapias naturales, el romero también se usa para acompañar procesos de agotamiento físico y emocional. Si bien no reemplaza tratamientos psicológicos o médicos, puede ser un aliado simple y accesible para sumar al cuidado diario de la salud mental.
Como suele ser una planta muy sensible a las bajas temperaturas, la recomendación es que primero hay que hacer la siempre en el interior del hogar, en una maceta. Y luego de que ya cobró cierta adultez, entonces sí, transplantarla al exterior.
Ante esta circunstancia, lo más conveniente es plantar las semillas en una maceta en el otoño, que esa primera etapa sea en el interior y cuando llega la primavera pasarlas a algún sector de la casa al aire libre sin ningún tipo de problemas (o sumarla a un huerto, en caso de tenerlo).
Antes de hacer la plantación, es importante dejar en remojo las semillas, en lo posible durante toda la noche previa (en caso de que se vaya a plantar por la mañana). Luego, en una maceta ya con tierra, enterrar las semillas aunque no hace falta que sea muy profundo: dos centímetros le alcanzará para tener una buena germinación, que comenzará a verse en menos de un mes, con un riego diario suave.
