De sabor ácido y aroma inconfundible, el limón es mucho más que un ingrediente de cocina. Fruto del Citrus limón, ha sido valorado durante siglos por sus beneficios para la salud, en especial por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades frecuentes.
Con alto contenido de vitamina C y compuestos antioxidantes, el limón actúa como un potente aliado frente a infecciones respiratorias, procesos inflamatorios y el estrés oxidativo, un factor clave en el envejecimiento celular. Sus propiedades se aprovechan tradicionalmente en jugos, infusiones, inhalaciones y aplicaciones tópicas.
A lo largo de la historia, civilizaciones como la india, persa y mediterránea han usado el limón con fines curativos, desde el alivio de la fiebre hasta el tratamiento de trastornos digestivos. La medicina moderna ha validado parte de estos usos, confirmando su acción antiséptica, inmunoestimulante y protectora frente a bacterias y virus, explica el portal de la Real Academia Europea de Doctores.
El creciente interés en fortalecer las defensas naturales ha devuelto al limón un papel central en la alimentación funcional. Consumirlo de manera regular, en el marco de una dieta equilibrada, puede contribuir significativamente a la salud general.
Estas son las principales propiedades del limón, comprobadas por investigaciones científicas y respaldadas por su uso tradicional:
Exprimir medio limón en un vaso de agua tibia por la mañana ayuda a activar el sistema digestivo y favorece la hidratación. También se puede hacer una infusión cítrica: limón con jengibre y miel es un remedio clásico contra resfriados y dolor de garganta.
Otra manera de aprovechar sus propiedades es por inhalación de vapor: agua hirviendo con cáscara de limón para aliviar congestión nasal. Y si no, se puede hacer uso tópico (diluido): aplicar con cuidado en la piel para limpieza local, siempre evitando la exposición al sol posterior. El aceite esencial, usando difusores o aromaterapia puede estimular la concentración y mejorar el ánimo.
Por precaución, hay que tener en cuenta que el jugo de limón en exceso puede erosionar el esmalte dental; se recomienda enjuagar la boca con agua después de consumirlo.
Además, en contacto con la piel y bajo exposición solar, puede provocar manchas. Por supuesto, no sustituye medicamentos ni tratamientos médicos; su uso debe ser complementario y moderado.